Montería en La Loma de la Higuera. Conductero. 2 de Diciembre de 2012.

Seis Marines, seis, me recibieron al echar pie a tierra en la junta de La Loma. De ahí palante fue todo un coser y cantar aunque digan los gitanitos que no le gusten los buenos comienzos.

Compañía especial y de la buena, la de mi esposa, llevé a la Loma pero con muy poca mano para sacar el sobrecito. El 3 de la traviesa de las Colmenas despertó expectación entre los que me quieren bien pero la cañada que domina la postura fue, con mucho, la menos transitada de todas las cañadas que bajan del enorme cerro que da nombre a la mancha. Una sola cierva, unos muslos de pollo superiores que llevó Pedro y Fany en el coche durmiendo desde las 13:00 podría ser el resumen del pobre juego que ofreció la postura. Ni siquiera los perros de Fernando Damas, una de mis debilidades en lo que a rehalas toca, pudieron meternos en el puesto un venao que echarnos al visor. No estaba el día para nosotros.
En los aperitivos conocimos más «ceros» de la cuenta. Aún así, buenas caras y mucha guasa de la buena en nuestra mesa con nuevos amigos y reencuentro con alguno que casi le habíamos perdido la pista. Seguimos conociendo números de la montería en las habichuelas y al llegar al postre, resulta que el Conductero, caprichoso, había repartido a su aire un muy buen resultado: 68 venados (uno para homologar fijo y una docena´guapos guapos), 6 muflones (2 bronces medidos en la taxidermia), 29 marranos (1 boca) y 125 ciervas. Un monterión en toda regla con 103 reses.¡ Ahí es nada!

En lo personal, continuo con mi Annus horribili cinegético pero disfrutando como núnca de la gente y los grupos en los que cazo. Cuando encima me entre un buen venao a la postura y lo haga un taco….¡ya será la leche!
Casi 500 reses en un fin de semana para enmarcar de Montesa que sigue cumpliendo con su hoja de ruta. En el recuerdo se le quedará a José Gómez y José Carlos Gómez que en los dos días cobraron 18 reses más un puñado de ciervas.
En quince días, Montesa on tour se desplaza a un sitio en el que casi puedo decir que juego en casa: Aracena. Allí cambiará mi suerte. 
  

TOROS Y CAZA