Al remate. Juan Galán Ocaña Nogales.

Te culpas mil veces por no haber sido certero y acudes al agarre como un imán, sabiendo que al menos una de tus lágrimas se querrá ir con la vida que terminas. Los perros te miran de reojo mientras respiran entre los dientes con los riñones apretados y la orden de no soltar atrancada en sus quijadas. Te deslizas a traición por el culo del animal.., quizás para cuidarte de sus armas.., quizás para no tener que mirarle a los ojos y responderte a esa pregunta que a veces se te viene a las tripas: ¿Por qué lo hago?
Pero sigues haciéndolo y el filo de tu cuchillo busca entre las costillas aquello que late… El pulso del bicho se te viene a la mano con un latigazo de sangre..y se te mete entre las uñas…y se te mete en los pliegues de los dedos…y te cala el alma. ¿Por qué lo hago? No lo sé…pero sigo haciéndolo, debe de ser mi instinto.

Texto y foto: Juan Galán.



TOROS Y CAZA