El carnet de conducir

 Todo joven está deseando llegar a la edad legal para poder tener su propio coche y conducir. Ofrece una sensación de libertad que le hace sentir adultos, y por eso en cuanto cumplen la edad se apuntan a una autoescuela para tomar clases de seguridad vial y conducción. Pero para sacarse el carnet de conducir no basta solamente con tener ganas de manejar un automóvil.

 Para sacarse el carnet de conducir es necesario primero estudiar la teoría, y posteriormente demostrar esos conocimientos en un examen que se suele realizar en forma de test con una pregunta a la que le siguen una serie de respuestas posibles pero en la que solo una es la correcta.

 Pasado ese trámite, toca ponerse a los mandos del coche. Pero no del coche de uno, sino de un vehículo asistido pro un profesional que nos acompañe y que pueda controlar en todo momento las acciones que se realicen, para poder corregir determinadas cosas que podrían poner en peligro tanto al aspirante como al resto de conductores. Tras haber dado una serie de clases prácticas y asegurarse de que se está preparado, hay que pasar de nuevo un examen en el que demostrar a las autoridades competentes que se tienen los conocimientos prácticos para poder circular, pero antes también es necesario demostrar con certificados médicos que se está en condiciones físicas concretas, pues de otro modo todo lo anterior no serviría de nada y no se podría tener acceso a la obtención del carnet que nos da derecho a circular en nuestro propio automóvil.