Si preguntas a alguna persona mayor sobre cuál es el mejor remedio casero para aliviar el constipado, el catarro, la gripe, las mucosidades que se agarran al pecho… seguro que casi todos te van a decir que lo mejor de todo son los vapores de Eucalipto.
Ese remedio lo comentaremos otro día ya que es tremendamente efectivo para aliviar todo tipo de problemas relacionado con las vías respiratorias.
Hoy quiero hablaros del poder que tienen las infusiones de eucalipto para todo este tipo de males, especialmente para expectorar y echar las mucosidades que se agarran al pecho.
Si conoces el árbol del eucalipto, sabrás que hay varios tipos de hojas.
Las más frecuentes son las verdes alargadas y estrechas. Casi siempre los árboles que tienen este tipo de hojas van acompañados de unas bolitas pequeñas. En mi casa, mis padres siempre llamaron a este tipo de ecucalipto “Hembra”
Hay también otro tipo de eucalipto, algo menos frecuente al menos donde yo vivo, que tiene las hojas más anchas. Estas son más blancas que las anteriores. Algunos eucaliptos que dan este tipo de hojas tienen unas bolitas más grandes. Estas las cogemos para macerarlas en alcohol y con esto y otros ingredientes conseguimos un fantástico mejunje para aliviar dolores de huesos y musculares. Más adelante también trataré de hablar de ellos. Bueno, pues a estos eucaliptos de hoja ancha y que echan bolitas más grandes, en casa siempre los llamamos Ecucaliptos Machos. No sé si estaremos en lo cierto o no, el caso es que la hoja de un eucalipto hembra la utilizamos para unas cosas y las del eucalipto macho para otras. Como si cada una tuviera sus propiedades particulares.
Hoy os quiero hablar del eucalipto de hoja ancha.
Este viene muy bien para cuando estáis muy congestionados, casi no podéis casi respirar porque tenéis la nariz entrapada e incluso las mucosidades están alojadas en vuestro pecho.
El remedio sería el siguiente.
Cogéis tres hojas del eucalipto de hoja ancha y las cocéis en un vaso y medio de agua. Una vez que estén cociendo las hojas de eucalipto un par de minutos, la retiráis del fuego y la echáis en un vaso sin las hojas de eucalipto, solamente el agua. La dejáis que se enfríe un poco y la tomáis como si fuera una infusión. Calentita. Cuando más caliente podáis tomarla, mucho mejor, pero por supuesto sin llegar a quemaros.
Tiene un sabor agradable y sabe bueno.
Esto llegará a vuestro estómago y casi milagrosamente notaréis un alivio en las vías respiratorias. De descongestiona la nariz y el pecho se alivia. Esta infusión es tremendamente expectorante.
Tenéis que tomarla de dos a tres veces al día hasta que os notéis recuperados del todo. Normalmente, cuando he utilizado este tipo de remedio, con tres tomas por día durante tres días, ha sido suficiente para salir del todo del constipado o resfriado, notando bastante alivio desde el primer día.
Una cosa muy importante. No sirve cocer el eucalipto y tomarlo a lo largo del día. Hay que hervir el eucalipto que te vas a tomar en cada momento. Tres hojas en cada hervido. Así, las propiedades que sueltan las hojas del eucalipto entran por completo en tu cuerpo y te hacen mucho más efecto.
Te dejo un video donde te ayudo a reconocer las hojas de eucalipto macho o anchas, y las del eucalipto hembra o más finas. Es posible que esto no esté bien dicho y que el macho y la hembra no tenga que ver con el tamaño de las hojas, pero como os he contado antes, así los hemos llamado siempre en casa. Si alguno de vosotros quiere aportar algo, está abierta la sección de comentarios.
Sed felices y cuidad de vuestra salud.
Pedro García
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