Hoy hay personas que, bien sea por no poder tener hijos o bien porque desean ayudar a niños que están huérfanos, se deciden por adoptar uno y darle el hogar que tanto necesita.
Sabemos que es difícil y que cada vez ponen peor el poder adoptar un niño, y la verdad no se entiende que sea tan duro y se tarde tanto tiempo para poder dar a un niño un hogar que tanto necesita.
Esto es sobre todo porque piden tantas cosas que parece imposible que llegue el día en que tengas a ese niño en brazos, salvo que seas rico o famoso, que en dos días tienen a los niños en casa.
Hay futuras madres adoptivas que sienten que se las investiga entre tanta petición, y luego la gran cantidad de dinero que hay que soltar y la cantidad de trámites a cumplimentar, incluso certificados médicos que te piden. ¿Por qué tanto trámite? ¿Cómo se mide el amor que una familia va a dar a ese niño? ¿Es más importante el dinero que el cariño?
Aquellos que trabajan ayudando a las familias a adoptar deberían hacerse estas preguntas, porque esos niños huérfanos no necesitan grandes casas, ni piscinas, ni coches. Necesitan un hogar donde se les dé cariño y atención. Eso es lo importante, no una cartilla del banco hasta arriba de dinero.